viernes, agosto 05, 2011

PENSAMIENTO...

Cierta vez el emperador Francisco José pasó frente a una sinagoga y vio a los judíos llorando.
Alarmado ante la eventualidad de una tragedia, mandó a averiguar el motivo de la congoja.
 
Lloran la destrucción de su Templo y la perdida de la independencia nacional, ocurrida hace mas de mil años, le contestó el emisario riendo.
 
Este pueblo sin duda reconstruirá su país, dijo el Emperador.
Cuando mis ejércitos sean derrotados y mi reino destruido, nadie nos recordará después de un tiempo.
Pero un pueblo que es capaz de llorar mil años la destrucción de su país, tendrá la fuerza necesaria para reconstruirlo.

 
 
No tenemos el Templo de Jerusalem. Pero tenemos un país llamado Israel.
Tenemos la fuerza para recordar y construir.

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